Trastornos del sueño, vamos a ver en este artículo qué son y todo lo relacionado con ellos.
1. ¿Qué es?
El sueño es una necesidad biológica de gran relevancia para las personas, en ocasiones puede verse alterado por diversas causas.
Los trastornos de sueño suelen provocar cambios en la forma de dormir llegando a afectar la funcionalidad de la persona. Los trastornos del sueño pueden afectar a la salud general, la calidad de vida, el correcto funcionamiento cognitivo, así como a nuestras emociones, por lo que es conveniente y necesario un adecuado abordaje terapéutico.
Cabe distinguir entre un trastorno del sueño y una persona con problemas del sueño puntualmente. Si sufrimos insomnio de vez en cuando por estrés, abusar de cafeína u otros problemas de salud de manera puntual no tenemos porqué tener un trastorno del sueño, aunque nos va a ser igualmente beneficioso conocer qué podemos hacer para evitarlos y afrontarlos.
2. ¿Por qué se producen?
Como bien hemos mencionado antes, los trastornos del sueño pueden producirse por diversas causas como el estrés, algunas enfermedades mentales, medicamentos, factores ambientales, o patologías médicas.
Conocer estas causas puede ayudarnos a identificar el origen de nuestro trastorno del sueño y acudir a un especialista de la salud que nos pueda ayudar.
Existen patologías que están relacionadas con trastornos del sueño, como patologías cardiovasculares, neurológicas, pulmonares, digestivas, endocrinas, genitourinarias, musculoesqueléticas, ginecológicas, enfermedades infecciosas, enfermedades neoplásicas o trastornos respiratorios durante el sueño. No significa que siempre que presentemos problemas del sueño sea debido a alguna de estas patologías, pero debemos tener en cuenta, si tenemos diagnosticada alguna de estas patologías, que podemos presentar trastornos del sueño y es vital abordarlos.
El insomnio es una de las alteraciones del sueño más comunes y hay muchos factores asociados a él: factores psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión; enfermedades como el asma, la diabetes, la hipertensión o el cáncer; determinados medicamentos como las benzodiazepinas o los antidepresivos; y el consumo de sustancias, como el alcohol, la cafeína o la nicotina, entre otras.
3. Tipos (centrándose en los más cotidianos pero mencionando los demás)
Los trastornos del sueño se dividen en seis grandes categorías subdivididas a su vez.
1. Trastornos del sueño-vigilia: trastornos para iniciar o mantener el sueño normal, y los trastornos por somnolencia diurna excesiva.
- Insomnio, que es la dificultad para conciliar o mantener el sueño a pesar de tener buenas condiciones ambientales, es el más común de estos trastornos.
- Hipersomnia, o exceso de somnolencia.
- Narcolepsia, que es una enfermedad caracterizada por un exceso de somnolencia y ataques de sueño incontrolables durante la vigilia. Es decir, la persona cae dormida en un momento y dura de 10 a 20 minutos, sin que esta pueda resistirse.
2. Trastornos del sueño relacionados con la respiración:
● Apnea central del sueño. Se produce sobre todo en ancianos. Es el resultado del fallo periódico de los mecanismos del sistema nervioso central que estimulan la respiración, pudiendo afectar a la capacidad de concentración, líbido o memoria en las personas.
● Apnea obstructiva del sueño. Tiende a producirse en personas que roncan, provocando la obstrucción funcional de las vías respiratorias durante el sueño. Tiene consecuencias médicas como arritmias cardiacas,reducción del deseo o función sexual, disminución de la capacidad de concentración y problemas de memoria.
● Hipoventilación relacionada con el sueño, caracterizada por el deterioro de la ventilación en el que la anomalía aparece o empeora solo durante el sueño.
● Trastornos del ritmo circadiano de sueño-vigilia, que conllevan una mala relación entre los periodos de sueño deseados y reales.
3. Parasomnias: fenómeno infrecuente e indeseable que se da en el umbral entre el despertar y el sueño, asociado a un mal recuerdo.
● Trastornos del despertar del sueño no REM: tipo con
sonambulismo o tipo con terrores nocturnos
● Trastorno de pesadillas
4. Trastorno del comportamiento del sueño REM
● Síndrome de piernas inquietas: caracterizado por una necesidad urgente de mover las piernas en respuesta a sensaciones
incómodas o desagradables en las piernas, generalmente.
● Somniloquia: son charlas de pocas palabras difíciles de entender, común en niños y adultos.
● Parálisis del sueño: incapacidad repentina para moverse de manera voluntaria.
5. Trastornos del sueño inducido por sustancias
En estos casos, los trastornos del sueño aparecen tras la consumición o privación de sustancias o fármacos como alcohol, cafeína, tabaco, opiáceos, cocaína, cannabis, anfetaminas o benzodiacepinas, entre otros. Los trastornos pueden ser de distintos tipos: insomnio, hipersomnia, parasomnia o un trastorno mixto.
El alcohol, la cafeína y el tabaco suelen tener efecto de tipo insomnio. El alcohol produce un efecto sedante inmediato durante la intoxicación aguda, pero el sueño tras su ingesta se ve alterado afectando a la buena calidad de este. El efecto de la cafeína varía según la dosis, y puede provocar somnolencia diurna relacionada con la abstinencia. La abstinencia del tabaco puede provocar alteraciones como despertares nocturnos regulares debidos a las ganas de fumar.
El cannabis, los opiáceos y los sedantes, hipnóticos o sustancias ansiolíticas pueden producir inicialmente un aumento de somnolencia, produciendo el aumento de sueño y disminuyendo los despertares. Sin embargo, estas sustancias generan tolerancia en los sujetos tras un consumo crónico, lo que puede provocar insomnio, somnolencia diurna, parasomnias, y empeorar la frecuencia y gravedad del sueño.
Las anfetaminas y otras sustancias estimulantes producen trastornos del sueño de tipo insomnio durante su consumo, y una somnolencia excesiva durante la abstinencia.
Otras sustancias o medicamentos desconocidos pueden provocar trastornos del sueño, especialmente aquellos que afectan al sistema nervioso central o autónomo.
Cuando los trastornos del sueño son consecuencia de un fármaco que hemos sido recetados debemos comentárselo a nuestro profesional, y seguramente la situación mejore cuando cese el consumo del fármaco. En caso de deberse al uso o abuso de sustancias, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud mental que nos ayude.
6. Otros trastornos no especificados
Esta categoría hace referencia a los trastornos en los que predominan síntomas de un trastorno sin llegar a reunir los criterios necesarios para el diagnóstico, presentando un malestar clínicamente significativo, o un deterioro social, laboral y viéndose afectado el funcionamiento.
El insomnio, la apnea del sueño, la narcolepsia, el síndrome de las piernas inquietas, la somniloquia, el sonambulismo y la parálisis del sueño se consideran de los trastornos con mayor prevalencia.
4. ¿Cómo afrontarlo?
-Intentar conocer las causas que puedan estar dándose en nuestro caso e intentar intervenir sobre ellas. Por ejemplo, si tenemos un nivel alto de estrés que nos esté causando problemas para dormir, intentar disminuir nuestro nivel de estrés, ya sea quitándonos trabajo, sacando tiempo para desconectar, haciendo ejercicio, etc.
-Acudir a un especialista del sueño, sobre todo si el problema se mantiene a lo largo del tiempo e interfiere en nuestra vida cotidiana impidiéndonos funcionar con normalidad.
-Acudir a un especialista de la salud mental que nos ayude a sobrellevar la situación y tratar aquello que nos esté influyendo o
causando el trastorno de sueño. Muchas enfermedades mentales se acompañan de trastornos del sueño, por lo que tratarlas es esencial y producirá una mejoría en los problemas de sueño.
5. Consejos de higiene del sueño
Mantener una buena higiene del sueño es esencial y, en muchos casos, ayudará a disminuir los problemas del sueño que presentamos.
Algunas de las medidas generales de higiene del sueño son:
1. Evitar beber mucha agua antes de irme a dormir
2. Evitar las cenas copiosas
3. Procurar dejar espacio temporal entre la cena e irse a dormir, para poder hacer la digestión
4. Procurar dormir en ambientes favorables
5. Evitar dormir durante el día y, si lo hacemos, que no sean más de 20-30 minutos
6. Evitar sustancias como la cafeína, la teína o las bebidas energéticas, sobre todo si somos personas nerviosas
7. Evitar permanecer en la cama para actividades ajenas al sueño. Por ejemplo, comer en la cama
8. Evitar el ejercicio vigoroso justo antes de dormir o en horas previas a dormir
9. Evitar las pantallas antes de dormir, la televisión o el móvil, ya que son actividades sensorialmente muy estimulantes
10. Procurar no irse a dormir enfadado o preocupado. Por ejemplo, evitar tener conversaciones potencialmente estresantes, serias o importantes justo antes de dormir
11. Procurar dormir las horas necesarias según tu edad, mínimo 6-8h
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Articulo Elaborado por:
Malena Hernández Herrero
Estudiante de Psicologia en la Universidad Villanueva
