¿Alguna vez has escuchado hablar sobre TLP Trastorno Límite de la Personalidad? En este artículo vamos a intentar conocer más este tema y cuáles son sus características más destacables. TLP Trastorno Límite de la Personalidad
Definición y prevalencia
El Trastorno Límite de la Personalidad, también conocido por sus siglas TLP, es uno de los trastornos mentales más complejos y que mayor interés suscita ya que posee síntomas muy diversos. Se trata de un trastorno mental crónico en el cual se presentan conductas muy impulsivas, desregulación emocional, gran sensibilidad interpersonal y síntomas cognitivos como despersonalización, alucinaciones o ideas paranoides (Paris, 2019).
El TLP afecta a un 1-2% de la población, siendo el trastorno de personalidad con mayor prevalencia (Torgersen et al., 2001; Espinosa, et al., 2009; APA, 2014). Además, esta es mayor en mujeres que en hombres, en una ratio 3:1 (Caballo, 2004; APA, 2014; Gunderson y Links, 2008).
Etiología o causas
A pesar de la elevada controversia sobre la edad de inicio del TLP, se ha demostrado que su diagnóstico puede presentarse a partir de la adolescencia, siendo esta etapa donde tiene lugar su inicio y clímax de forma habitual (Miller et al., 2008; Kaess et al., 2014).
Respecto a la etiología, el desarrollo de este trastorno se ha visto relacionado tanto con la vulnerabilidad biológica como con un contexto social inadecuado. A pesar de esto, debemos tener en cuenta los factores de protección de la persona, es decir, aquellos recursos con los que cuenta el paciente y que le ayudarán ante esta situación. También es importante recalcar que una persona puede presentar vulnerabilidad biológica, pero no llegar a desarrollar este trastorno porque el contexto en el que ha estado era adecuado (García et al., 2010).
Por otro lado, Linehan (2003) defiende que la base del TLP es la desregulación emocional, la cual surge de la vulnerabilidad emocional y la incapacidad de la persona para adaptar las respuestas emocionales debido al ambiente invalidante.
Síntomas del TLP Trastorno Límite de la Personalidad
Según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales-5) este trastorno presenta multitud de síntomas como:
- Realizar grandes esfuerzos para evitar que las personas de su alrededor les abandonen de forma real o imaginada.
- Presentar relaciones interpersonales inestables que oscilan entre la idealización y la devaluación.
- Grandes cambios en la autoimagen lo que produce una gran inestabilidad emocional y constantes autocríticas negativas.
- Conductas impulsivas como: atracones, autolesiones, consumo de drogas o alcohol desmesurado, etc.
- Inestabilidad emocional.
- Bajo sentido de la vida, llegando a desarrollar sensaciones crónicas de vacío.
- Dificultad para controlar el enfado o las expresiones del mismo.
- Altos niveles de estrés que provocan ideas paranoides temporales, disociaciones o conductas impulsivas.
Evolución
A pesar de la gran dificultad que presenta el TLP, sí que se han observado mejoras a lo largo del tiempo (Álvarez-Tomás et al., 2017). Las tasas de suicidio y conductas autolesivas disminuyen considerablemente a medida que la persona se hace mayor y recibe atención psicológica, al igual que otras conductas impulsivas como los atracones. Por otro lado, se ha observado que no todos los síntomas tienen la misma evolución. Por ejemplo, aquellos relacionados con la impulsividad disminuyen más rápidamente que los cognitivos o interpersonales (Stevenson et al., 2003; Zanarini et al., 2003; Zanarini et al., 2007).
Tratamiento
Actualmente, la terapia más validada y que ha demostrado mejores resultados es la Terapia Dialéctica Conductual, también conocida por sus siglas en inglés como DBT. Esta terapia fue propuesta por Linehan y consta de 4 fases en las cuales se trabajan aspectos como: disminuir las conductas que amenazan con la vida de la persona, como pueden ser las autolesiones, el trauma, el respeto a uno mismo o los objetivos personales de cada uno. De forma general, algunos de los puntos importantes para trabajar con las personas que sufren este trastorno son:
- Autoestima: esta suele estar muy dañada y viene acompañada de un autoconcepto muy negativo sobre sí mismos. La confianza en sí mismos se ve constantemente amenazada por el miedo al abandono.
- Compromiso: suelen ser personas con una gran dificultad para comprometerse con la terapia, por lo que si queremos que continúen viniendo deberemos trabajar la adherencia al tratamiento.
- Psicoeducación: comprender el trastorno a fondo y qué es lo que les ocurre suele ser de gran ayuda para que aprendan a gestionarse mejor.
- Aceptación: este trastorno es crónico, por lo que deberemos enseñar al paciente a aceptar lo que le ocurre, explicándole también que puede experimentar una mejoría cuando aprenda a gestionarlo.
- Detección precoz: el TLP es el único trastorno de la personalidad que puede ser diagnosticado antes de los 18 años. Se ha observado que en estos casos es importante empezar a trabajar con las personas que lo presenten cuanto antes para poder alterar el curso y evolución del trastorno, minimizando así sus consecuencias (Kaess et al., 2014).
- La familia: es uno de los puntos más importantes. La psicoeducación para la familia ayuda a entender mejor qué es lo que le ocurre a la persona con TLP. Además, pueden aprender nuevas estrategias para saber cómo resolver los posibles conflictos que aparezcan.
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BIBLIOGRAFÍA
Alvarez-Tomás, I., Soler, J., Bados, A., Martín-Blanco, A., Elices, M., Carmona, C., Bauzà, J. y Pascual, J. C. (2017). Long-term course of borderline personality disorder: a prospective 10-year follow-up study. Journal of personality disorders, 31(5), 590-605. https://doi.org/10.1521/pedi_2016_30_269
American Psychiatric Association. (2014). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
Caballo, V.E. (2004). Manual de Trastornos de la Personalidad. Descripción, Evaluación y Tratamiento. Madrid: Síntesis.
Espinosa, J. J., Blum Grynberg, B., y Romero Mendoza, M. P. (2009). Suicidal risk and lethality in patients with borderline personality disorder (BPD), at a psychiatry hospital. Salud mental, 32(4), 317-325.
García, M., Martín, M., y Otín, R. (2010). Tratamiento integral del Trastorno Límite de Personalidad. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 30(106), 263-278.
Gunderson, J.G., y Links, P.S. (2008). Borderline Personality Disorder: A Clinical Guide (2nd ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing, Inc.
Kaess, M., Brunner, R., y Chanen, A. (2014). Borderline personality disorder in adolescence. Pediatrics, 134(4), 782-793. https://doi.org/10.1542/peds.2013-3677
Linehan, M. M. (2003). Manual de tratamiento de los trastornos de personalidad límite. Barcelona: Paidós.
Miller, A. L., Muehlenkamp, J. J., y Jacobson, C. M. (2008). Fact or fiction: Diagnosing borderline personality disorder in adolescents. Clinical Psychology Review, 28(6), 969–981. https://doi.org/10.1016/j.cpr.2008.02.004
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Stevenson, J., Meares, R., y Comerford, A. (2003). Diminished impulsivity in older patients with borderline personality disorder. American Journal of Psychiatry, 160(1), 165-166. https://doi.org/10.1176/appi.ajp.160.1.165
Torgersen, S., Kringlen, E., y Cramer, V. (2001). The prevalence of personality disorders in a community sample. Archives of general psychiatry, 58(6), 590-596. https://doi.org/10.1001/archpsyc.58.6.590
Zanarini, M. C., Frankenburg, F. R., Hennen, J., y Silk, K. R. (2003). The longitudinal course of borderline psychopathology: 6-year prospective follow-up of the phenomenology of borderline personality disorder. American Journal of Psychiatry, 160(2), 274-283. https://doi.org/10.1176/appi.ajp.160.2.274
Zanarini, M. C., Frankenburg, F. R., Reich, D. B., Silk, K. R., Hudson, J. I., y McSweeney, L. B. (2007). The subsyndromal phenomenology of borderline personality disorder: a 10-year follow-up study. American Journal of Psychiatry, 164(6), 929-935. https://doi.org/10.1176/ajp.2007.164.6.929
Artículo elaborado por:
María Pérez Criado
Psicóloga
Supervisado por:
Iván Martín Villa
Psicólogo