Carta de una paciente a la ansiedad. A continuación, se presenta una carta escrita por una paciente en la cuál se dirige en primera persona a la ansiedad, reflejando cómo se siente frente a ella. La manera en qué esta le acompaña y cuál es el futuro que le gustaría tener en relación a ella.
Querida ansiedad:
Lo nuestro tiene que terminar, no tiene sentido. Me menguas, me restas, me limitas y me dueles. Durante un tiempo, te confundí con protección, pero hoy sé que eres asfixia.
Así que tienes que marcharte. Tienes que dejar de decirme que no puedo, que los demás son mejores. Que nadie me va a querer y que todo lo que me pasa es porque no soy suficiente.
Tienes que soltarme la garganta mientras me susurras que nunca lo conseguiré, que soy débil. Que debería sentir vergüenza, que me merezco lo de mediocre, que nadie me va a querer recibir lo que tengo que dar.
Tienes que irte porque no quiero que me abraces nunca más, que me quites el apetito o que me lo des a manos llenas, que me obligues a obsesionarme con mis faltas y que me digas que la felicidad es una fotografía en la que nunca saldré bonita.
¡¡Así que ya está, te vas!! Se que no lo harás tan fácilmente. Se que tardarás en recoger toda la basura de mi cabeza, mi pecho, mis tripas y mi boca, pero tengo paciencia… bueno, no la tengo, pero lo aprenderé. Te voy a encerrar en una caja con llave que luego voy a tirar al mar.
Lo siento ansiedad, no me gustas y no me haces sentir segura ni en casa…
¡¡¡ADIÓS ANSIEDAD!!! He decidido averiguar quién soy cuando tú no estás.
Con cariño, C.