¿QUÉ ES EL TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD?
Aunque en EDS no nos sule gustar poner etiquetas, sostenemos que un diagnóstico psiquiátrico es fundamental cuando:
– Informa de algo sobre la persona que lo recibe.
– Es clínicamente útil en la medida que tiene valor psicoeducativo y psicopedagógico.
– Orienta una particular aproximación terapéutica al mismo.
– Predice el curso evolutivo y establece un pronóstico.
Por lo tanto, basándonos en estos ítems, según la clasificación de la DSM-V-TM, El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (en inglés Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, los criterios diagnósticos del Trastorno de la Personalidad Límite son los siguientes:
Patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimaigen y de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:
1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado. (Nota: no incluir el comportamiento suicida ni de automutilación que figuran en el Criterio 5.)
2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza por una alternancia entre los extremos de idealización y de devaluación.
3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen y del sentido del yo.
4. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas (p. ej.: gastos, sexo, drogas, conducción temeraria, atracones alimentarios). (Nota: No incluir el comportamiento suicida ni de automutilación que figuran en el Criterio 5.)
5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o comportamiento de automutilación.
6. Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de ánimo (p.ej.: episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que generalmente duran unas horas y, rara vez, más de unos días.)
7. Sensación crónica de vacío.
8. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira (p.ej.: exhibición frecuente de genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o síntomas disociativos graves.
¿QUÉ NO ES TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD LÍMITE? (DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL)
Es recomendable acudir a un especialista para que realice el diagnóstico diferencial ya que la intervención difiere de unos casos a otros. Otros tipos de trastornos con características semejantes al Trastorno de la Personalidad Límite de los que son recomendables hacer un diagnóstico diferencial son:
1. Trastornos psicóticos.
2. Trastornos afectivos: trastornos del espectro bipolar, depresión y distimia.
3. Trastorno por uso de sustancias.
4. Trastorno de alimentación.
5. Trastorno por ansiedad: pánico, por ansiedad generalizada TAG, por estres post-traumático TEPT, u obsesivo compulsivo TOC.
6. T rastorno por deficit de atención con hiperactividad TDAH del adulto.
¿CÚAL ES EL TRATAMIENTO PARA EL TLP?
Actualmente, el tratamiento del TLP ha evolucionado en comparación con el tratamiento que se aplicaba hace unos años. Anteriormente era fundamentalmente psicoterapéutico, ahora es habitual que se utilicen también psicofármacos para tratar algunas dimensiones importantes.
Con la utilización de los psicofármacos, los beneficios se centran en la remisión de los síntomas más frecuentes, es decir, los fármacos actúan sobre la impulsividad, la agresividad, las distorsiones cognitivas, la ansiedad y/o la inestabilidad emocional, pero hay que estar muy al tanto de que la propia medicación no se utilice por el paciente de forma adversa y patológica, aunque ningún fármaco tiene la indicación aprobada para el TLP, muchos resultan útiles y ayudan a realizar un trabajo psicoterapéutico.
A nivel terapéutico, es muy complicado simplificar el tratamiento psicoterapéutico del TLP, debido entre otras cosas, a la complejidad de estos pacientes y sus circunstancias. Es muy beneficioso que los familiares y diferentes profesionales implicados (profesores, técnicos de la alimentación, psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, traumatologos, neurólogos…) estén coordinados y se establezcan pautas de actuación comunes y consensuadas, donde se realice un trabajo continuado en el tiempo. Desde la consulta de EDS, somos conscientes en la intervención de esta patología que no siempre es posible la continuidad del tratamiento. También observamos que la intervención de cada persona con trastorno de personalidad límite difiere de unas personas a otras, debido a sus diferentes características patológicas. A su vez, es imprescindible un plan individualizado de tratamiento que tenga la capacidad de adaptarse a las necesidades de cada paciente.
Otra condición esencial es la necesidad de disponer de equipos interdisciplinares para abordar el tratamiento. Aportando cada profesional su “granito de arena” de forma coherente, constructiva y coordinada ya que de lo contrario podrían aparecer dificultades en el tratamiento y el riesgo de abandono del tratamiento.
Los objetivos a trabajar para reducir esta patología son muy variados debido a la gran diversidad de características personales y sociales.
Algunos de los objetivos que podremos trabajar son:
– Conciencia de enfermedad y de las características patológicas individualizadas de esta: en la mayoría pacientes es necesario una primera fase educativa donde se explique la enfermedad y los sintomas que la persona posee.
– Adhesión al tratamiento: desde la consulta creemos importante que en las primeras sesiones se explique que una de las características patológicas de este trastorno es la falta de compromiso terapéutico e intentaremos implicar a la persona y familiares para que este síntoma perjudique lo menos posible.
– Hábitos de la vida diaria, del sueño, de la higiene, de la alimentación y los tratamientos farmacológicos: uno de los síntomas más frecuentes del TLP es la falta de estructuración de estos hábitos. Pensamos que es útil informar y trabajar para mejorarlos.
– Relaciones familiares, sociales y afectivas: realizar un programa de entrenamiento en habilidades sociales avanzadas para proporcionar una óptima interacción en los diferentes ámbitos del paciente (laboral, académico, afectivo, social y de ocio).
– Reducción de conductas impulsivas, agresivas, autolesivas: son de las características más frecuentes en este trastorno. El equipo de EDS opina que es fundamental trabajar en la reducción de estas conductas por dos motivos:
a) Búsqueda de afecto a través de conductas inadecuadas
b) El peligro real de este tipo de conductas.
– Fomentar la estabilidad emocional y conductual: a través del entrenamiento en restructuración cognitiva y regulación emocional.
– Potenciar la implicación y coordinación del paciente, la familia y profesionales:
De la misma forma que se trabaja con el paciente y se le potencia la implicación en su tratamiento, también es importante trabajar con la familia y que esta se implique.
¿CUÁL ES SU EVOLUCIÓN?
Aunque los Trastornos de Personalidad se consideran como una patología permanente, en la consulta evidenciamos que con un tratamiento integral, coordinado, individualizado y mantenido en el tiempo, los síntomas de estas patologías pueden remitir durante largos periodos de tiempo.
La buena terapia, el tiempo y perseverancia de pacientes, familiares y profesionales son las características esenciales en un buen pronóstico de la evolución del TLP.