Esta vez en Eds hablaremos del trastorno mental más frecuente: la depresión.
Vamos a conocer un poco más esta enfermedad, que consideramos que es uno de los trastornos más difíciles de tratamiento.
La Definición de depresión según la Organización Mundial de la Salud es “trastorno mental frecuente, se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”.
Según la guía de Criterios diagnósticos DSM-V, existen varias tipologías de trastorno depresivo:
“Trastorno depresivo mayor”, “Trastorno de desregulación destructiva del estado de ánimo”, “Trastorno disfórico”, “Trastorno depresivo inducido por sustancias, o por alteraciones de otra enfermedad médica”.
Cuando una persona sufre cualquier depresión puede sentir otros síntomas asociados, ya sea ansiedad, con características mixtas bipolares “en ocasiones me siento excesivamente bien y en otras muy mal”, o con características melancólicas, o tendencias psicóticas.
La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente, y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio.
Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional.
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ADOLESCENCIA Y DEPRESION:
Según la OMS la depresión es la principal causa de enfermedad y motivo de discapacidad entre adolescentes, además de ser la tercera de muerte en este grupo, (estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en base a datos de 109 países).
El trabajo de la OMS advierte que “Si los adolescentes con problemas mentales recibieran el tratamiento necesario, se podrían evitar muertes y sufrimiento», desde EDS pensamos lo mismo para todos los tipos de depresión.
FACTORES CONTRIBUYENTES Y PREVENCIÓN
La depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. A su vez, la depresión puede generar más estrés y disfunción, y empeorar la situación vital de la persona afectada y, por consiguiente, la propia depresión.
Hay relaciones entre la depresión y la salud física; así, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares pueden producir depresión, y viceversa.
Está demostrado que los programas de prevención reducen la depresión. Entre las estrategias comunitarias eficaces para prevenirla se encuentran los programas escolares de prevención del maltrato infantil o los programas para mejorar las aptitudes cognitivas, sociales y de resolución de problemas de los niños y adolescentes.
Las intervenciones dirigidas a los padres de niños con problemas de conducta pueden reducir los síntomas depresivos de los padres y mejorar los resultados de sus hijos. Los programas de ejercicio para las personas mayores también son eficaces para prevenir la depresión.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Hay tratamientos eficaces para la depresión, trastorno que puede ser diagnosticado y tratado de forma fiable por profesionales sanitarios capacitados que trabajan en la atención primaria. Las opciones terapéuticas recomendadas para la depresión moderada a grave consisten en un apoyo psicosocial básico combinado con fármacos antidepresivos o psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia interpersonal o las técnicas para la resolución de problemas.
Los tratamientos psicosociales son eficaces y deberían ser los de primera elección en la depresión leve. Los tratamientos farmacológicos y psicológicos son eficaces en los casos de depresión moderada y grave.
Los antidepresivos pueden ser eficaces en la depresión moderada a grave, pero no son el tratamiento de elección en los casos leves, y no se deben utilizar para tratar la depresión en niños ni como tratamiento de primera línea en adolescentes, en los que hay que utilizarlos con cautela.
EL SUICIDIO
Más de 800 000 personas mueren cada año por suicidio, y ésta es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad. Hay indicios de que, por cada adulto que se suicidó, posiblemente más de otros 20 intentaron suicidarse.
Según un informe de la OMS, los suicidios son prevenibles. Para que las respuestas nacionales sean eficaces, se necesita una estrategia integral multisectorial de prevención.
Os dejamos aquí el link sobre este interesante documento, que debería ser de obligada lectura para los profesionales y familiares que abordan directamente esta difícil patología.
OPINIÓN EDS
Coincidiendo con los comentarios de la OMS, en EDS indicamos que la intervención de la Depresión debe de abarcar las áreas Médicas, psicológicas, sociales y familiares de la persona afectada. El objetivo de esta intervención multidisciplinar es abordar las causas biológicas y los factores sociales y psicológicos.
En casos muy graves donde existan ideaciones autolícas persistentes, así como intentos fallidos, es necesario su ingreso en un centro 24horas, hasta que la fase más grave persista.
Los medios públicos de que disponemos deberían favorecer esta intervención pero en ocasiones esta ayuda no sucede, y genera situaciones de gran riesgo vital para los propios pacientes y sus seres queridos.
Desde EDS pedimos que los profesionales públicos y privados de la sanidad aunemos fuerzas y aunque existan recortes, pensemos mucho en minimizar los riesgos de esta terrible enfermedad.