Duelo perinatal ¿Qué es? vamos a intentar abordar el tema y entenderlo mejor.
A pesar de la complejidad que pueda conllevar, el duelo perinatal consta de un proceso psicológico normal, teniendo en cuenta que se trata de una experiencia dolorosa con el principal objetivo de aceptar la pérdida del hijo que se esperaba.
Por una parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el periodo perinatal está comprendido desde la semana 22 de gestación hasta los primeros 28 días del recién nacido. No obstante, la comprensión de dicho periodo es algo distinta en la práctica clínica, de hecho, suele prolongarse hasta el primer año de vida.
A menudo cuando los profesionales de la salud abordan la pérdida perinatal, la cual es aquella que tiene lugar en cualquier momento desde que se conoce el embarazo hasta el primer mes de vida, se incluye tanto el aborto espontáneo como inducido, la pérdida de un gemelo en gestación, la pérdida del feto intraútero e incluso la muerte neonatal.
Al hablar de duelo perinatal, debemos tener en cuenta que, desde la concepción hasta el momento del nacimiento, los futuros padres van proyectando un futuro con final feliz, unido a sentimientos de ilusión o esperanza. De hecho, diversos autores establecen una serie de diferencias entre el duelo perinatal y el duelo en otro tipo de pérdidas.
Habitualmente, cuando nos encontramos ante este tipo de pérdida, a ojos de la sociedad y desde la propia maternidad, puede entenderse como un fracaso biológico para la mujer. Teniendo este aspecto en cuenta, se considera que el proceso de duelo en estos casos suele ser complicado, debido además al vínculo maternofilial que comienza a formarse antes del nacimiento del hijo junto a las expectativas sociales.
Tal y como han señalado algunos autores como Noppe (2000), la pérdida perinatal supone una ruptura si tenemos en cuenta el ciclo vital y es por ello por lo que dicha pérdida puede en cierto modo suponer una paradoja al concurrir la vida y la muerte. Las circunstancias en las que ocurre generalmente son complicadas y dado que nadie está preparado para un duelo de este tipo, en ocasiones el entorno de aquella familia que ha sufrido la pérdida duda en base a cómo actuar o qué decir.
Según algunos autores como Mander, García o Yagüe, una de las principales características que diferencia un duelo perinatal es precisamente aquella proximidad entre el nacimiento y la muerte. Además, a ello se suma el hecho de que ocasionalmente supone el primer contacto directo de los padres con la muerte.
Junto a ello dichos autores reflexionan sobre el hecho de que tras la pérdida de una vida a la que apenas conocían, puede experimentarse también una pérdida en cuanto a la esperanza de futuro que había depositada en el proyecto de la llegada del bebé. Por último, otra de las principales características que puede diferenciar el duelo perinatal de otro tipo de duelo es el riesgo que puede conllevar a la pérdida de ilusión en futuros embarazos.
Es importante que en este caso como profesionales seamos capaces de acércanos a esta realidad de la manera más acertada posible, entendiendo en este caso que cada persona es distinta y eso hace que la manera de afrontar la pérdida también lo sea. Independientemente de estas diferencias, la pareja que atraviesa este difícil momento no olvida el respeto, cuidado y acompañamiento que reciben por parte de los profesionales, el cual puede llegar a ser importante y duradero al igual que los recuerdos del bebé o embarazo perdido.
Abordar el duelo perinatal es importante no solo para entender y acercarnos mejor a las personas que lo atraviesan sino también como profesionales de la salud mental atender todas aquellas necesidades que puedan surgir en la familia y acompañar en el dolor de las circunstancias. En EDS podemos ayudarte! www.edspsicologia.com
Artículo elaborado por:
Fátima Maestu Ortega
Psicóloga