Ansiedad ¿Qué se entiende por ansiedad?

¿Ansiedad ¿Qué se entiende por ansiedad?Qué se entiende por ansiedad?

¿Te has examinado del carnet de conducir? ¿Has hecho ya la selectividad? ¿Recuerdas tu primer día de trabajo? ¿Has viajado solo? ¿Te has mudado de ciudad? ¿Has coordinado una actividad con mucha gente? ¿Has llegado justo de tiempo a un avión? ¿Te da vergüenza hablar en público? ¿Alguna vez te ha costado dormirte? ¿Vas mal de tiempo en una entrega? ¿Se acercan los exámenes? ¿Primera cita? … ¿Recuerdas qué sentiste en estas situaciones?. 

El Diccionario de la Real Academia Española califica la ansiedad como una de las sensaciones más frecuentes del ser humano, siendo ésta una emoción complicada y displacentera. Todo el mundo ha experimentado una sensación de ansiedad, pero muy poca gente sabe ponerle palabras a sus emociones. La ansiedad es una respuesta normal a determinados acontecimientos de la vida. Es una reacción que nos prepara para la acción o la huida. 

La característica más llamativa de la ansiedad es su carácter anticipatorio, es decir, posee la capacidad de prever o señalar el peligro o amenaza para el propio individuo, confiriéndole un valor funcional importante (Sandín y Chorot, 1995); además, tiene una función activadora y facilitadora de la capacidad de respuesta del individuo, concibiendo como un mecanismo biológico adaptativo de protección y preservación ante posibles daños presentes en el individuo desde su infancia (Miguel Tobal, 1996). Sin embargo, si la ansiedad supera la normalidad en cuanto a los parámetros de intensidad, frecuencia o duración, o bien se relaciona con estímulos no amenazantes para el organismo, provoca manifestaciones patológicas en el individuo, tanto a nivel emocional como funcional (Vila, 1984).

Tipos de ansiedad

¿Esto quiere decir que hay dos tipos de ansiedad? Correcto. El tipo de ansiedad que estábamos mencionando al principio del artículo, es una ansiedad adaptativa y útil para resolver problemas de la vida, controlable y lógica, y aunque puede ser incómoda o una sensación no deseable, no implica un sufrimiento grave. Este tipo podríamos llamarlo ansiedad normal, aquella que hemos experimentado alguna vez todos los seres humanos desde que somos conscientes de los problemas de la vida real. 

Por otro lado, como también se ha comentado anteriormente, la ansiedad también puede ser un agobio inútil, excesivo e inapropiado; que no sirve para adaptarse y por el contrario dificulta el rendimiento y la adaptación al medio. Ansiedad de tipo perjudicial. Esta sensación nace ante una situación alarmante en la que el sujeto no se ve o realmente no está capacitado para afrontarla. Asimismo, por desgracia, la propia percepción de este nerviosismo supone un factor de mantenimiento muy importante e igualmente generador de ansiedad (vergüenza, sentimiento de inseguridad o invalidez), ya que la autoimagen se deteriora al sentirse incapacitada y vulnerable, al mostrarse ante los demás como un individuo nervioso o alterado. Es decir, en la respuesta de ansiedad influyen factores cognitivos personales (autopercepción) y otros de interacción social (relación).

Si te das cuenta de que tu ansiedad o la de alguien cercano es del segundo tipo, es decir, ansiedad perjudicial es conveniente acudir al psicólogo, simplemente porque como dice su definición, el sujeto se está enfrentando a situaciones alarmantes que le excede y no dispone de los recursos necesarios para afrontarla o adaptarla. 

¿Cuándo preocuparse resulta un problema? 

La preocupación es esa sensación incómoda que produce la ansiedad, como dice la propia palabra es un pensamiento previo a la ocupación (pre- anterior/ ocupación- acontecimiento). Por lo que podemos concluir que es una sensación normal y corriente, todo el mundo se preocupa por circunstancias, unos más y otros menos. 

Algunos detonantes de que la preocupación es excesiva pueden ser los siguientes: 

• Cuando nuestra preocupación gira alrededor de una ocurrencia de algún peligro futuro que es difícil que ocurra o incluso que no podemos controlar, generando en nosotros aun cantidad de sentimientos negativos. A veces lo que nos preocupa es no poder afrontar esas situaciones que imaginamos que sucederán.
• Cuando el número de cosas por las que nos preocupamos es excesivo (no hay una cantidad correcta que delimite el exceso pero todo el mundo sabe lo que es mucho).  
• Cuando la preocupación se convierte en una constante en nuestras vidas. Con el tiempo, unas preocupaciones van sustituyendo a otras, de tal manera que sólo puedes dejar de lado un tema de preocupación si te centras en otro. 
• Cuando no podemos dejar de preocuparnos por mucho que lo intentemos, cuando nos perturba el sueño. Las personas con este problema le dan vueltas y más vueltas en su cabeza a todos estos tipos de preocupaciones, sin ser capaces de llegar a una solución o de tomar una decisión. 

¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad perjudicial? 

Los síntomas o las respuestas ante la ansiedad se pueden clasificar en tres tipos según cómo se activa nuestro cuerpo ante la anticipación de ciertos eventos o circunstancias evaluadas como aversivas. 

Respuestas fisiológicas o emocional	Respuestas cognitivas (pensamientos)	Respuestas motoras o conductual
Opresión en el pechoFatigaProblemas digestivosSensación de ahogoNáuseasTensión muscularTaquicardiaSudoraciónTemblorLagrimeoBoca secaPalidezFríoMareo	Te cuesta mantener la atención en una actividad o conversaciónRumiación constante en preocupaciones (pensamientos intrusivos)Impaciencia por no saber qué es lo que ocurrirá frente a ese evento que está a punto de sucederTomas la responsabilidad por cosas que no fueron tu culpaEstás más sensible y te irritas con facilidadSientes inseguridad haciendo cosas que dominasTienes sensación de ser una cargaTe criticas cte por errores incluso si son mínimosTe está costando pedir ayuda porque te consideras un exagerado	HuidaBúsqueda de independenciaTe cuesta conciliar el sueño o dormir seguido toda la nocheIngesta compulsivaConductas compulsivasParalización

¿Cómo afrontar la ansiedad?

La ansiedad es gestionable pero para es necesario aprender a controlarla por lo que repito que la primera recomendación es acudir a un especialista, es decir, consultar a un psicólogo para que te de las herramientas necesarias para adaptarse a las situaciones estresantes. (Aquí dejo la web de nuestra clínica, contacta con nosotros: https://edspsicologia.com/ )

Además, existen varias recomendaciones que conviene destacar para prevenir o controlar los síntomas ante las situaciones que te puedan producir ansiedad. 

Lista de 11 consejos para alejarte de la ansiedad

1. Focaliza la atención en lo que haces (minuto y medio/ metro y medio)
2. Dormir las horas necesarias para que el cuerpo y la mente estén descansados. No es recomendable ni el exceso ni el defecto.
3. Parar la rumiación y evitar el monotema (aprender a identificar las situaciones, pensamientos y emociones que generan ansiedad y aprender a cambiar pensamientos ansiosos por otros más adecuados) 
4. Búscale humor a las cosas que te suceden
5. Haz deporte semanalmente
6. No te enamores de la ansiedad (así soy… qué le vamos hacer?)
7. Eliminar el consumo de drogas.
8. Realizar técnicas de relajación. 
9. Entrenar la flexibilidad cognitiva.
10. No te auto escanees constantemente, es decir, regula la capacidad de autobservación (disminuir la hiper vigilancia)
11. Conoce qué es la ansiedad y cuáles son los mecanismos que la modulan.

Lista de 1+2 cosas que no sabías o no te habías planteado de la ansiedad

1. Es una sensación que TODOS hemos experimentado
   1. Puede ser necesaria y buena para adaptarse a los problemas de la vida y superarlos. 
   2. Puede ser todo lo contrario: perjudicial, inadaptada y excesiva.

Bibliografía

Sandín, B. & Chorot, P. (1995). Concepto y categorización de los trastornos de ansiedad. In A. B. Belloch, B. Sandín & F. Ramos (Eds.), Manual de psicopatología (Vol. 2 pp.53-80). Madrid: McGraw-Hill.

Miguel-Tobal, J. J. (1996). La ansiedad. Madrid: Santillana.

Vila, J. (1984). Técnicas de reducción de ansiedad. In J. Mayor & F. J. Labrador (Eds.), Manual de Modificación de conducta (pp. 229- 264). Madrid: Alhambra

Artículo Elaborado por:

María Sanchis Díaz-Carrasco

Estudiante de Psicología en la Universidad Villanueva